Inyección de Lacrifill en Punctum para los ojos secos
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La enfermedad del ojo seco (EDT) representa una afección multifactorial caracterizada por la inestabilidad de la película lagrimal y la inflamación de la superficie ocular que afecta a millones de personas en todo el mundo, con una prevalencia global estimada en el 11,59%. De 1 a 3 años La afección se manifiesta a través de síntomas que incluyen molestias oculares y alteraciones visuales, que pueden afectar significativamente la calidad de vida. Las estrategias de tratamiento tradicionales han incorporado lágrimas artificiales, luz pulsada intensa (IPL), agentes antiinflamatorios y oclusión puntual para tratar estos síntomas. De 4 a 6 años
La oclusión puntual se ha establecido como una intervención eficaz para los pacientes con ojo seco con deficiencia acuosa al reducir el drenaje lagrimal a través del sistema lagrimal. 7 Recientemente, se han introducido soluciones de matriz inyectable como Lacrifill Canalicular Gel (LCG) como alternativa a los tapones puntuales tradicionales. Estas soluciones ofrecen un avance prometedor en el tratamiento de la enfermedad del ojo seco al ajustarse con precisión a la anatomía del drenaje lagrimal de cada paciente. Este video proporciona una demostración paso a paso de la técnica de inyección de LCG en el punctum.
LCG es una solución innovadora en el tratamiento de la enfermedad del ojo seco. La solución de la matriz está compuesta por un gel de ácido hialurónico biocompatible, reticulado, que está formulado para ser inyectado directamente en el punctum, ocluyendo así el sistema de drenaje lagrimal. A diferencia de los tapones puntuales tradicionales, que se fabrican en tamaños predeterminados, esta matriz inyectable se adapta a la anatomía natural del sistema canalicular del paciente, proporcionando un ajuste personalizado que puede mejorar la comodidad y las tasas de retención. Las propiedades hidrofílicas de la matriz también permiten que se expanda ligeramente al entrar en contacto con el líquido lagrimal, lo que garantiza una oclusión completa.
Antes del procedimiento de inyección de LCG, se administran gotas oftálmicas anestésicas (generalmente proparacaína al 0,5% o tetracaína al 0,5%) para garantizar la comodidad del paciente. Cabe señalar que el anestésico utilizado en este procedimiento no es un agente midriático y, por lo tanto, no se espera que ocurra dilatación pupilar. Es importante comunicar esta distinción a los pacientes que pueden tener preocupaciones sobre la función visual posterior al procedimiento. Después de la aplicación de gotas anestésicas, se deja un breve período de 3 a 5 minutos para que el medicamento haga efecto antes de proceder con el examen y la inyección. Durante este tiempo, los pacientes pueden experimentar una reducción temporal del reflejo de parpadeo y la sensibilidad de la córnea, que son respuestas fisiológicas normales a la anestesia tópica.
Antes de que se pueda realizar la inyección de LCG, se realiza un examen exhaustivo del punctum. Durante la evaluación, se ha observado que el tamaño puntual puede variar considerablemente entre los ojos de un mismo paciente, así como entre individuos. El examen se realiza normalmente mediante un aumento en la lámpara de hendidura para garantizar una visualización clara de la apertura puntual. En los casos en que el punto es estenótico o difícil de identificar, puede ser necesaria una dilatación suave para facilitar el éxito de la inyección. Por el contrario, cuando un punctum es notablemente grande, se debe prestar especial atención para garantizar que se logre una oclusión completa.
La inyección de LCG en el punctum se realiza bajo visualización directa, generalmente con un aumento de 10x. El paciente se coloca correctamente con la barbilla y la frente aseguradas contra el aparato de examen para minimizar el movimiento durante el procedimiento.
La cánula del sistema de administración se alinea cuidadosamente con la abertura puntual, y se indica al paciente que desvíe la mirada de la línea media para facilitar el acceso al punctum. Esta mirada lateral ayuda a exponer el punto y enderezar el canalículo, lo que mejora la precisión de la inyección. Además, mirar hacia otro lado ayuda a prevenir la abrasión accidental de la córnea.
A continuación, la matriz inyectable se introduce lentamente en el punto inferior. La extrusión de gel desde el punto superior puede ocurrir en aproximadamente un tercio de los casos e indica que el procedimiento de inyección puede concluirse. Si el exceso de gel obstruye la visión del paciente, se puede irrigar desde la superficie ocular. Si se encuentra resistencia o si el intento inicial no resulta en una colocación exitosa, se puede repetir el procedimiento. Se debe tener cuidado de no ser demasiado agresivo con la canulación para evitar lesiones iatrogénicas.
Después del procedimiento de inyección de LCG, se puede informar a los pacientes que no se requiere ningún mantenimiento específico. Deben evitar frotarse el ojo vigorosamente durante las primeras 24 horas. Se espera que el efecto oclusivo de la matriz inyectable persista durante aproximadamente seis meses, aunque los resultados individuales pueden variar según la composición de la lágrima y la anatomía del drenaje lagrimal. 8,9
Por lo general, se programa una cita de seguimiento una semana después del procedimiento para evaluar la eficacia del tratamiento y controlar cualquier complicación, como canaliculitis, formación de granulomas o extrusión prematura del material. Las citas de seguimiento adicionales dependen de la gravedad de las necesidades de ojo seco de cada paciente, pero se indica una cita de seis meses para el lavado y/o la reposición adicional de Lacrifill.
El procedimiento de inyección de Lacrifill para la oclusión puntual representa un avance significativo en el tratamiento de la enfermedad del ojo seco, particularmente para los pacientes con deficiencia acuosa que no han respondido adecuadamente a las terapias convencionales. Las ventajas de este enfoque incluyen un ajuste personalizado a la anatomía individual, una sensación mínima de cuerpo extraño y la posibilidad de una retención más prolongada en comparación con los tapones puntuales tradicionales.
El síndrome de sopa tóxica de la superficie ocular (OSTSS) es una consideración importante en el contexto de la oclusión puntual. El OSTSS surge de un drenaje inadecuado de las lágrimas, lo que conduce a la acumulación de mediadores inflamatorios, como citocinas y quimiocinas, en la superficie ocular, lo que puede provocar queratoconjuntivitis tóxica con síntomas como hiperemia conjuntival, irritación y epífora. Aunque la oclusión puntual tiene como objetivo mejorar la hidratación mediante la retención de lágrimas, puede empeorar el OSTSS en pacientes con obstrucción nasolagrimal parcial o completa. 10
Esta demostración detallada del procedimiento de inyección de Lacrifill, desde la preparación del paciente hasta la técnica de inyección y el seguimiento, proporciona información valiosa para oftalmólogos, optometristas y otros profesionales del cuidado de la visión que tratan a pacientes con enfermedad del ojo seco y buscan ampliar sus opciones terapéuticas. Al igual que con cualquier procedimiento intervencionista, la capacitación adecuada y la selección cuidadosa del paciente son esenciales para obtener resultados óptimos.
El paciente al que se refiere este artículo en vídeo ha dado su consentimiento informado para ser filmado y es consciente de que la información y las imágenes se publicarán en línea.
Este artículo fue creado de manera independiente, sin apoyo financiero ni patrocinio de entidades externas. Las opiniones expresadas son únicamente las del autor o autores y no reflejan los puntos de vista de ninguna organización afiliada. El autor es asesor de Nordic Pharma.
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Martin A. Lacrifill inyectable en punctum para ojos secos. J Med Insight. 2025; 2025(531). doi:10.24296/jomi/531.